MEJORES SITIOS PARA VER ANIMALES

Un espalda plateada de 25 años en el parque nacional Virunga (RDC), donde vive un tercio de los 900 gorilas de montaña que quedan en el mundo.Que cargue contra ti un gorila impone. Aunque antes te hayan instruido sobre lo que has de hacer: quedarte quietecito, con la cabeza gacha y en actitud sumisa, como Sigourney Weaver en Gorilas en la niebla. Rugen, se golpean el pecho y parece que te van a descuartizar. Puro teatro. Salvo que salgas corriendo o los mires a los ojos. Lo cierto es que aparte del susto y de las hormigas que se te comen vivo mientras estás agachado, el encuentro con un silverback —un “espalda plateada”, como se conoce a los grandes machos de gorila— en su medio natural es una experiencia emocionante como pocas. Los gorilas son salvajes y misteriosos. Son enormes y melancólicos, como King Kong. Son primates, como nosotros. Los ataques a humanos son raros, y casi siempre ocurren dentro algún zoo, donde estos grandes simios languidecen y te devuelven la mirada desde el otro lado del cristal o los barrotes, como diciendo: “¿Por qué yo estoy aquí y tú no?”. Solo queda una pequeña población en los bosques ecuatoriales de los montes Virunga, una cadena de volcanes que se extiende entre la República Democrática del Congo, Ruanda y Uganda. El Bisate Lodge es un nuevo alojamiento ecológico situado en la ladera boscosa de un antiguo volcán de los montes Virunga, en las tierras altas de Ruanda. Sus nueve habitaciones con forma de choza tienen vistas a los majestuosos volcanes Bisoke, Karisimbi y Mikeno. Organizan salidas para ver a los simios en libertad y excursiones a la tumba de Dian Fossey, la protagonista de Gorilas en la niebla, interpretada en el cine por Sigourney Weaver, asesinada en 1985 por cazadores furtivos.



2 El reino del jaguar

La sierra Maya, en Belice, esconde lugares como la gruta de Actun Tunichil Muknal, la cueva de la Doncella de Cristal, una de las puertas de acceso al inframundo maya, o el parque nautural de la cuenca de Cockscomb (Cockscomb Basin), una amplia franja de bosque tropical, de 518 hectáreas de extensión, que en 1984 se convirtió en la primera reserva de jaguares del mundo. En ella viven medio centenar de jaguares, además de otras cuatro especies de felinos salvajes: puma, ocelote, tigrillo y jaguarundí. En el parque hay un centro de información con alojamiento y senderos.
Un tiburón ballena en la bahía de Cenderawasih, en Papúa Nueva Guinea (Indonesia). Paul Cowell

3 Tiburón ballena

Un tiburón ballena en la bahía de Cenderawasih, en Papúa Nueva Guinea (Indonesia).El único lugar del mundo con una población estable durante todo el año de tiburones ballena (el mayor pez que existe, inofensivo, de hasta 18 metros de longitud) es la bahía de Cenderawasih, en Papúa Nueva Guinea (Indonesia). Los pescadores de la zona faenan con un sistema de plataformas de madera flotantes llamadas bagangs y potentes focos con los que atraen de noche a los cardúmenes de ikan puri, una especie de anchoa. Como no disponen de refrigeración, mantienen las redes con los peces vivos dentro del agua durante días, hasta que llega el barco de recogida, y los tiburones ballena, habitualmente nómadas en busca de plancton, se han acostumbrado a merodear por allí para alimentarse con los restos de pescado y el krill que se desprenden de las redes. También es posible verlos entre finales de mayo y principios de septiembre en la isla de Holbox, frente a la costa norte de la Península del Yucatán, en aguas del Golfo de México; y de octubre a abril, en la bahía de La Paz, en Baja California Sur.

4 Ballenas grises

Ver de cerca ballenas grises, uno de los mayores seres vivos que han existido nunca en este planeta (15 metros de largo y 40 toneladas de peso) es una de las mejores razones para viajar hasta la Baja California. Desde noviembre hasta abril, miles de ballenas grises llegan en migración desde las frías aguas del mar de Bering, entre Alaska y Rusia, a 9.700 kilómetros, hasta las lagunas costeras de la Baja California en busca de lugares tranquilos para aparearse o parir y amamantar a los ballenatos —700 kilos de peso al nacer— que han gestado durante 12 meses. Aunque son las más abundantes, no son las únicas que visitan la región: también hay rorcuales, yubartas, orcas, calderones e incluso la gran ballena azul, el animal más grande del planeta, con hasta 26 metros de longitud, además de un total de 33 especies de mamíferos marinos, incluyendo delfines, leones marinos y focas.
Dos buceadores en la Gran Barrera de Coral, en Australia. Jeff Hunter Getty

5 El reino de los corales

Con una extensión de más de tres mil kilómetros, la Gran Barrera de Coral, frente a la costa australiana de Queensland, es el mayor conjunto de arrecifes coralinos del mundo, un ecosistema único donde viven 400 tipos de coral y 1.500 especies de peces. Un paraíso para los buceadores que es visitada cada año por cerca de dos millones de personas y se crean proyectos que implican a los turistas en su protección. El monumento nacional de Papahanaumokuakea, en Hawái (EE UU), con 1,5 millones de kilómetros cuadrados, es la mayor área marina protegida del planeta. El santuario natural triplica la superficie de España y alberga más de 7.000 especies, entre ellas la tortuga verde y la foca monje hawaiana. Dentro de sus límites se halla el atolón de Midway, escenario de una de las mayores batallas navales de la historia y convertido en monumento nacional (sus aguas son un cementerio de barcos hundidos y aviones derribados en la Segunda Guerra Mundial).
Pareja de leones macho en un parque nacional africano. Carole Deschuymere Getty Images

6 Tierra de leones

Cada año un millón de ñúes y 800.000 cebras y gacelas emprenden un viaje de casi 2.000 kilómetros, desde las llanuras del Serengueti (Tanzania) hasta los pastos frescos de Kenia. En su viaje, los herbíboros se ven obligados a vadear el río Grumeti en el pasillo oeste del parque nacional del Serengueti, donde acechan hordas de cocodrilos hambrientos. En el festín, donde cada año son devorados unos 100.000 animales, también participan hordas de leones y hienas. Alrededor de la gran migración han surgido iniciativas como el Cheetah Tented Camp, un campamento turístico junto al río Mara (Kenia) dirigido por los españoles Jorge Alesanco y Mariola Liberal, que cooperan estrechamente con las comunidades masáis de la zona, sobre todo en proyectos de escolarización, y dirigen un proyecto de recuperación de los guepardos. Detrás de otro de los proyectos, el Maji Moto Cultural Camp, están los masáis Hellen Nkuraiya y Salaton Ole Ntutu. Además de alojarse en el campamento, los viajeros pueden conocer durante su estancia en el poblado algunas de las costumbres locales, darse un chapuzón en las termas de agua caliente que dan nombre al poblado o participar en un safari nocturno. Los ingresos generados por los turistas revierten en mejorar las instalaciones sanitarias y de agua corriente, y en el mantenimiento de la escuela local y un centro de acogida para viudas y muchachas víctimas de matrimonios concertados o de mutilaciones genitales, dos lacras frecuentes en sociedades patriarcales como la masái. El conjunto formado por el parque nacional Masai Mara, en Kenia, y el parque nacional Serengeti, en Tanzania, donde la población estimada es de unos 3.000 ejemplares, es uno de los mejores lugares para ver leones en libertad. Dereck y Beverly Joubert, conocidos por sus documentales africanos para National Geographic, abrieron en primavera el ecocampin Duba Plains Camp, un asentamiento de lujo en el delta del Okavango, en Botsuana, desde el que organizan salidas para ver fauna salvaje por reservas como el parque nacional de Hwange, el hogar del león Cecil, muerto a flechazos por un dentista cazador de Minesotta.

Comentarios

Entradas populares de este blog

UN DÍA EN EL AÑO 2050...

DETECTAR PATÓGENOS

CONSECUENCIAS PARA ANIMALES DEL CAMBIO CLIMÁTICO